El holocausto

¿Ofreció Jefté a su hija en holocausto?

¿Qué es el holocausto en la Biblia? 

Es una ofrenda en fuego en el altar para Dios.
Éxodo 29:18 y 25 Y quemarás todo el carnero sobre el altar; es holocausto de olor grato para Jehová, es ofrenda quemada a Jehová.
Después lo tomarás de sus manos y lo harás arder en el altar, sobre el holocausto, por olor grato delante de Jehová. Es ofrenda encendida a Jehová.

El holocausto se hacía de los siguientes ANIMALES:

Levítico 1:2-3;10 ganado vacuno u ovejuno, macho y sin defecto.
Levítico 1:14  Aves: tórtolas o palominos.

También se hacían holocaustos de productos de la tierra. Pero, en este estudio, nos enfocaremos en los que involucran sangre (vida, Deut. 12:23).

¿Cómo se realizaba el holocausto de los animales?

Según los siguientes versículos de Levítico 1:

Si era ganado vacuno se hacía lo siguiente:
5: se degollaba.
6: se desollaba (quitaba la piel).
6: se dividía en piezas.
8: los sacerdotes colocaban las piezas, la cabeza y la grasa de los intestinos sobre el fuego del altar.
9: se lavaban los intestinos y las piernas y se ponía todo a arder en el fuego.

Si era oveja o cabra:
11: se degollaba al lado norte del altar.
12: se dividía en piezas, con la cabeza y la grasa de los intestinos.
13: se lavaban las entrañas y las piernas y se ponía todo a arder en el fuego.

Si era de aves:
15: se le quitaba la cabeza.
15: se exprimía la sangre sobre la pared del altar.
16: se le quitaba el buche y las plumas.
17: se rajaba entre las alas pero sin dividirla en dos.
17: se ponía a arder en fuego sobre el altar.

Dios mandó a Israel a hacer holocausto, pero nunca de seres humanos. Nunca mandó a que se sacrificaran hijos en fuego a Él, más bien, Dios aborrece esta práctica, como podemos ver en los versos a continuación.

Ofrecer a los hijos en holocausto es abominable a Dios:

Deuteronomio 12:31
No harás así a Jehová tu Dios; porque toda cosa abominable que Jehová aborrece, hicieron ellos a sus dioses; pues aun a sus hijos y a sus hijas quemaban en el fuego a sus dioses.

Ofrecer a los hijos en holocausto es algo que Dios no mandó ni pensó en hacerlo:

Jeremías 32:35
Y edificaron lugares altos a Baal, los cuales están en el valle del hijo de Hinom, para hacer pasar por el fuego sus hijos y sus hijas a Moloc; lo cual no les mandé, ni me vino al pensamiento que hiciesen esta abominación, para hacer pecar a Judá.

Ofrecer a los hijos en holocausto es contaminación y fornicación contra Dios:

Ezequiel 20:31-31
Di, pues, a la casa de Israel: Así ha dicho Jehová el Señor: ¿No os contamináis vosotros a la manera de vuestros padres, y fornicáis tras sus abominaciones?
Porque ofreciendo vuestras ofrendas, haciendo pasar vuestros hijos por el fuego, os habéis contaminado con todos vuestros ídolos hasta hoy; ¿y he de responderos yo, casa de Israel? Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no os responderé.

Ofrecer a los hijos que se dan a luz para Dios en holocausto, es una ofensa al Todopoderoso:
Ezequiel 23:37
Porque han adulterado, y hay sangre en sus manos, y han fornicado con sus ídolos; y aun a sus hijos que habían dado a luz para mí, hicieron pasar por el fuego, quemándolos.

¿Pero qué con Abraham?

Antes que la ley fuera dada por Dios, Abraham fue probado por Él. Dios le pidió que ofreciera a Isaac en holocausto.

Génesis 22:2 …Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas (…) y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.”

Génesis 22:11-13
v.10 …Y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo.

Pero Dios no lo dejó terminar:
v.11-12 “Entonces el ángel de Jehová le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí.
Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único.

Y Dios le probó a Abraham y a nosotros, que en su mente no estaba que se sacrificaran seres humanos en su nombre:  …“hacer pasar por el fuego sus hijos y sus hijas (…) ni me vino al pensamiento que hiciesen esta abominación. Jeremías 32:35

Y por eso proveyó un animal para que fuera ofrecido en holocausto en lugar de Isaac.

Génesis 22:13 Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo.

Entonces debemos preguntarnos, ¿Aceptaría Dios que alguien ofreciera su hijo o hija a Él en holocausto?

En la Biblia hay una historia que, por largo tiempo, se ha sacado de contexto.

Si ignoramos todos esos versículos anteriores, podríamos decir que Dios, en un momento, se volvió como Moloc, aceptando sacrificios humanos, que de repente, Dios y todo Israel se hicieron condescendientes con una práctica tan abominable y prohibida por Dios.

Esta es la historia:

Jueces 11:30-40
Y Jefté hizo voto a Jehová, diciendo: Si entregares a los amonitas en mis manos, cualquiera que saliere de las puertas de mi casa a recibirme, cuando regrese victorioso de los amonitas, será de Jehová, y lo ofreceré en holocausto.

Y fue Jefté hacia los hijos de Amón para pelear contra ellos; y Jehová los entregó en su mano.
…Entonces volvió Jefté a Mizpa, a su casa; y he aquí su hija que salía a recibirle con panderos y danzas, y ella era sola, su hija única; no tenía fuera de ella hijo ni hija.

Y cuando él la vio, rompió sus vestidos, diciendo: !!Ay, hija mía! en verdad me has abatido, y tú misma has venido a ser causa de mi dolor; porque le he dado palabra a Jehová, y no podré retractarme.
Ella entonces le respondió: Padre mío, si le has dado palabra a Jehová, haz de mí conforme a lo que prometiste, ya que Jehová ha hecho venganza en tus enemigos los hijos de Amón.

Y volvió a decir a su padre: Concédeme esto: déjame por dos meses que vaya y descienda por los montes, y llore mi virginidad, yo y mis compañeras.
El entonces dijo: Ve. Y la dejó por dos meses. Y ella fue con sus compañeras, y lloró su virginidad por los montes.

Pasados los dos meses volvió a su padre, quien hizo de ella conforme al voto que había hecho. Y ella nunca conoció varón.
Y se hizo costumbre en Israel, que de año en año fueran las doncellas de Israel a endechar a la hija de Jefté galaadita, cuatro días en el año.

Estudiemos esto:

Sabemos que Israel conquistó las tierras de Canaán, que les pertenecían a sus ancestros y se las robaron durante los 400 años que estuvieron viviendo en Egipto.

Dios les dijo que no practicaran para él ni para otros dioses, los rituales que esas gentes ofrecían a sus dioses paganos Deuteronomio 12:29-32, pero esto fue lo que hicieron.

Israel había caído otra vez en abominación, sirviendo a los baales, Astarot, los dioses de Siria, de Moab, Sidón, Amón y los filisteos haciendo lo malo ante los ojos de Dios.

Jueces 10:6
Pero los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová, y sirvieron a los baales y a Astarot, a los dioses de Siria, a los dioses de Sidón, a los dioses de Moab, a los dioses de los hijos de Amón y a los dioses de los filisteos; y dejaron a Jehová, y no le sirvieron.

Esos dioses eran adorados con sacrificios de animales y de humanos. Los niños y las vírgenes eran considerados puros y por eso los quemaban con más frecuencia. Quiere decir, que si los israelitas los estaban adorando, es porque también hacían estos sacrificios de sus hijos a dioses falsos.

Según encontramos en la Enciclopedia Britannica (2001), que es una fuente confiable aparte de la Biblia:

“La quema de niños parece haber ocurrido en las religiones asirias y cananeas y en varias ocasiones entre los israelitas.” (párr. 4).

Si quieren consultar la cita (necesitará traducirlo si no comprende el inglés), les comparto la webgrafía:
The Editors of Encyclopædia Britannica. (2001, noviembre 21). Human sacrifice. Retrieved agosto 30, 2017, from Encyclopædia Britannica: https://www.britannica.com/topic/human-sacrifice

Entonces Dios se enojó contra Israel y los entregó en cautiverio por 18 años:

Jueces 10:7-8 Y se encendió la ira de Jehová contra Israel, y los entregó en mano de los filisteos, y en mano de los hijos de Amón; los cuales oprimieron y quebrantaron a los hijos de Israel en aquel tiempo dieciocho años (…)

Pero Israel se arrepintió y clamó a Dios, mostrando evidencias de su arrepentimiento:

Jueces 10:10; 16 Entonces los hijos de Israel clamaron a Jehová, diciendo: Nosotros hemos pecado contra ti; porque hemos dejado a nuestro Dios, y servido a los baales. (…) Y quitaron de entre sí los dioses ajenos, y sirvieron a Jehová; y él fue angustiado a causa de la aflicción de Israel.

Luego, Dios escogió a Jefté para liberar a Israel de los amonitas.
Jueces 11:29 Y el Espíritu de Jehová vino sobre Jefté; y pasó por Galaad y Manasés, y de allí pasó a Mizpa de Galaad, y de Mizpa de Galaad pasó a los hijos de Amón.

Jefté hizo voto a Dios para que entregara a los amonitas en sus manos y dijo:
v.30-31 “… cualquiera que saliere de las puertas de mi casa a recibirme, cuando regrese victorioso de los amonitas, será de Jehová, y lo ofreceré en holocausto.”

Dios le da la victoria:
v.32 “…y Jehová los entregó en su mano.”

Jefté regresa a su casa y lo recibe su única hija:
“… y he aquí su hija que salía a recibirle…”

Jefté sabía que debía cumplir con su voto:
“… le he dado palabra a Jehová, y no podré retractarme.”

La hija entiende y le pide que la deje ir a lamentarse por lo que no iba a tener nunca:
“… déjame por dos meses que… llore mi virginidad.”

Cuando ella volvió, Jefté cumplió con su palabra:
“…volvió a su padre, quien hizo de ella conforme al voto que había hecho.”

Y aquí recalca:
“Y ella nunca conoció varón.”

Jefté llegaba de liberar a Israel del cautiverio, en el que cayeron por adorar a otros dioses ofreciendo a sus hijos en holocausto.

¿Será que él iba a cometer el mismo pecado que metió a Israel en ese problema?

¿Será que el pueblo iba a aceptar que alguien los expusiera otra vez al castigo de Dios por cometer el mismo pecado que los llevó a eso?

Ahora, imaginemos que efectivamente Jefté ofreció a su hija en holocausto.

Para que el sacrificio fuera aceptado por Dios, era necesario hacerlo como Dios mandó, así que él debía hacerlo de la siguiente manera:

1.  Degollar a su hija.
2.  Quitarle la pie a su hija.
3.  Desmembrar a su hija.
4.  Colocar las piezas, la cabeza y la grasa de los intestinos de su hija sobre el fuego del altar.

Sinceramente, ¡yo no lo imagino!

Tampoco imagino que Dios no lo hubiera condenado y que el pueblo se hubiera quedado quieto, como parece que pasó por lo que está escrito.

Por eso, siempre que leí esa historia nunca acepté la interpretación y me hice las siguientes preguntas:

1. ¿Realmente creo que ese padre hizo todo eso con su hija?
R/  Yo, no lo creo.

2. ¿Jefté sabía que eso era abominación y que, precisamente por eso, Israel había sido llevado cautivo por 18 años?
R/ ¡Claro que lo sabía!

3. ¿Será que él iba a hacer lo mismo aún sabiéndolo?
R/ Ni que estuviera loco.

4. ¿Será que Dios se hubiera complacido de ver a Jefté destazando a su hija y quemándola al fuego?
R/ Dios aborrece esa práctica, jamás aceptaría que alguien lo hiciera para Él.

5.  Si fuera verdad que Jefe la sacrificó, ¿Por qué no tuvo consecuencias y por qué nadie del pueblo se reveló contra él?
R/ Yo creo que, si Jefté hubiera sido castigado por Dios y/o el pueblo por su acción, hubiera quedado registrado, jamás se hubiera pasado por alto.

Por eso, es necesario hacer lo que Dios nos manda hacer:

Juan 5:39 Escudriñad las Escrituras…

Y lo que hacían los hermanos de Berea, que no le creían al líder solo por ser el líder, sino que comprobaban con las Escrituras:

Hechos 17:11 …escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.

Estos estudios y todos los estudios, vengan de quien vengan, deben ser comparados con la Palabra de Dios y cuestionados si hay cualquier discrepancia, no con mis ideas, sino con la Palabra.

No es sabio ni prudente solo creer lo que nos dicen, debemos leerlo y, muy importante, creer lo que dice la Biblia por encima de nuestros prejuicios. Eso es escudriñar en inquirir en Dios.

Salmos 27:4 Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.

Deuteronomio 13:14 … tú inquirirás, y buscarás y preguntarás con diligencia…

Entonces, ¿Qué quiso decir Jefté con que sacrificaría en holocausto al primero que lo recibiera en casa?

¿Ha escuchado hablar del voto Nazareo?

Usted puede leer en Jueces 13 la siguiente historia que le voy a resumir:

A la mujer de Manoa, se le apareció el ángel de Jehová (Cristo) y le dijo que ella era estéril, que iba a concebir un hijo y que él iba a ser Nazareo desde su nacimiento hasta su muerte, es decir, consagrado a Jehová.

Manoa le dijo al Ángel de Jehová que le dejara prepararle un cabrito, a lo que este le respondió que lo ofreciera en holocausto a Jehová.

Luego, dice que Manoa ofreció el cabrito en holocausto sobre una peña y el Ángel de Jehová subió en la llama del altar al cielo.

La mujer de Manoa reconoció que el holocausto fue aceptado por Dios.
El Niño que nació fue Sansón.

No se sacrificó al niño para consagrarlo, se ofreció un animal en holocausto.

Usted, tal vez, me preguntará: ¿Por qué dices que ese ángel de Jehová era Cristo?

Bueno, es que Manoa le preguntó si era el mismo varón del otro día y Él respondió Yo soy (la misma frase que hizo a los soldados caer al suelo delante de Cristo, el nombre de YHWH); luego le preguntó su nombre y Él le respondió que su nombre es Admirable (Isaías 9:6) ¡era Cristo!.

¿Recuerdan a Ana, la madre de Samuel?
Puede leer la historia completa en 1 Samuel 1.

Ana era estéril, e hizo voto nazareo por un hijo a Dios. El voto fue que si Dios le concedía un hijo, ella lo dedicaría a Él.
1 Samuel 1:11  E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza.

Dios le concedió su hijo y ella cumplió su promesa, ofreciendo holocausto para dedicar a su hijo a Dios.

1 Samuel 1:24-25;28 Después que lo hubo destetado, lo llevó consigo, con tres becerros, un efa de harina, y una vasija de vino, y lo trajo a la casa de Jehová en Silo; y el niño era pequeño. Y matando el becerro, trajeron el niño a Elí.
Yo, pues, lo dedico también a Jehová; todos los días que viva, será de Jehová. Y adoró allí a Jehová.

Ella no ofreció a su hijo en holocausto para dedicarlo a Dios, ella ofreció un animal.

Levítico 7:37 Los holocaustos de dedicación o consagración se hacían de animales.

El voto de Jefté fue consagrar a cualquiera que saliera a su encuentro, y esa consagración se hace con una ofrenda en holocausto de un animal, como hizo Manoa y como hizo Ana.

¿Por qué, entonces, dice la Biblia que Jefté la ofrecería a ella en holocausto?

A mi entender, puede haber dos razones para la confusión:

1.  Error de traducción, tal vez se les perdió ese pedacito de papiro que daba mejor sentido a la idea.
2.  En la cultura, prácticas y creencias de los hebreos, el decir que se va a ofrecer a alguien en holocausto, era sobreentendido cuando era para el Dios verdadero, entonces, no era necesaria mucha explicación; el escritor sabía que el lector entendería que lo que se ofrecería era un animal y no a la persona.

Aplicaré unos ejemplos, para explicar mejor la segunda razón:

En Costa Rica: cuando un tico le da una dirección a un extranjero, y le dice: “cuando tope con pared, doble a la derecha”; el tico que lo escuche entenderá en seguida que puede que no haya una pared, sino que la calle no sigue más, pero un extranjero está esperando encontrar una pared, porque no entiende el argot popular de los ticos.

En República Dominicana: cuando un dominicano le dice a alguien que un lugar queda en “casa ‘el diablo” (casa del diablo), el dominicano que lo oye sobreentiende que es un lugar muy lejos, pero un extranjero puede pensar que es un lugar muy feo y peligroso.

Esa es más o menos la idea. Nosotros malinterpretamos muchas cosas en la Biblia, porque no conocemos las costumbres, leyes y mandamientos de Dios y pensamos que lo que leemos se refiere a algo totalmente diferente a la realidad.

Es mi conclusión subjetiva.

Pero lo que sí puedo ver, es que la interpretación dada de que Jefté, literalmente sacrificó en holocausto a su hija, se contradice bastante con el contexto, lo que hace que tal interpretación sea errónea.

Por qué se resalta que: "... ella nunca conoció varón".

El sueño de toda joven virgen, en ese tiempo, era casarse y tener hijos; la hija de Jefté fue a llorar que no iba a poder cumplir con ese sueño, pues su padre la consagraría a Jehová (la haría monja pues, hablando en términos más conocidos).

Como ella fue con sus amigas a llorar por el hecho, se hizo costumbre para las doncellas (fíjese que no era todo el pueblo, sino aquellas que se sentían identificadas), ir todos los años a llorar la virginidad de la hija de Jefté, ¿por que?  Tal vez, porque aquellas no querían correr con la misma suerte ¿Será?.

Otra razón por la que creo que no fue ofrecida como nos han enseñado, es que la ira de Dios no cayó sobre Jefté ni el pueblo lo apedreó por cometer tal abominación, siendo que ellos se habían ya arrepentido de haberse corrompido y sabían que esa práctica era prohibida y les traería maldición.

Hasta aquí este estudio.

!Dios les bendiga!